Que tranquilidad, que paz, la gente que merodea las tumbas murmulla su dolor, el dolor de perder a alguien amado, deberían estar felices pues los muertos duermen, descansan, pues no sufren, ya no tienen preocupación alguna, mientras nosotros los “vivos” encontramos paz junto a ellos, el que no nos hablen puede ser el motivo de nuestra paz, ese silencio profundo que solo lo rompe el llanto de alguno que tal vez envidian su estado mental.
En vida no los valorizamos pero después si. Que extraños somos.
A mi alrededor hay tierra, flores marchitas y esas cruces blancas, ojala todos pudiesen tomarse el tiempo para sentir la paz que ahora siento, esta tranquilidad.
OH esto es especial, vienen a despedir a otra alma, otro cuerpo que viene a hacerle compañía a los demás huesos sin vida, mucha gente, unos lloran y otros simplemente callan de dolor de perder a un ser querido.
A lo lejos escucho su llanto.
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